_un loco, una azafata y un pescador de hombres.

Después de ver a Fidel explicando por la tele como se usa un ventilador, y considerando que ya lo hemos visto casi todo, iniciamos nuestro paseo matinal en el Vaticano, donde el Papa Benedicto nos sella el apto médico con el anillo del pescador de hombres, nos ponemos un filtro de café en la cabeza para que crean que somos cardenales, y aprovechando uno de los puentes para la paz recién tendidos nos cruzamos a Almería, en España, nos casamos con un marinero ruso y lo convencemos de que nos compre unos disfraces de azafata para la noche de bodas. Dejamos al marinero encerrado en el baño del hotel alojamiento y gracias a nuestros disfraces nos colamos en el vuelo de prueba del A380, un avión capaz de transportar a 800 personas si antes no es tomado por los terroristas. Rápidamente, tomamos control del vuelo y nos vamos a los Estados Unidos, sobrevolamos la Casa Blanca y le hacemos señas al loco Cheney para que salga a jugar, pero nos dice que no puede porque Litle Bush se asustó mucho cuando nos vio venir, se encerró en el baño y ahora no sabe salir, así que él se tiene que quedar gobernando la Unión y nosotros nos vamos a la Florida, a avisarle a Jeff “el rifle” Bush que vaya para Washington a ver si puede tranquilizar al hermano. El Rifle también se asusta y en lugar de esconderse nos corre a escopetazos, damos media vuelta y salimos tan rápido como volando porque el avión todavía no tiene seguro, lo devolvemos diciendo que no sabemos de que son las marcas en el fuselaje y, otra vez de a pie, nos vamos a Ecuador decididos a interiorizarnos de la crisis, preguntamos por Lucio Gutiérrez pero nos dicen que está en el río Amazonas, que los brasileros le dieron permiso para quedarse todo el tiempo que pueda aguantar la respiración y, como en el Amazonas hay muchos mosquitos, nos vamos a Panamá, intentamos entrevistarnos con el loco Bucarám, que es uno que no necesita que le inventemos un apodo, pero las autoridades no nos lo permiten por miedo a que se les rechifle. Resignados a la ignorancia y ante el rumor de que Condooleeza Rice merodea la zona buscando pequeños mamiferos útiles a los que chuparles la sangre, nos volvemos a España, pedimos el divorcio por abandono de hogar, le compramos unos dátiles a Abu Dadad y nos los vamos comiendo mientras leemos la nueva constitución Europea, donde los muchachos se anotaron con algunas propiedades que no son suyas como el planeta Marte, la Antártida y la Estrella de la muerte.