_un rayo, una tequila y una puta exuberante.

Este cuerpo expedicionario siente la obligación de solidarizarse con el Trípode Toledo, presidente del Perú, porque no encuentra nada de malo en que le gusten las putas y mucho menos en que las pretenda exuberantes. Dicho esto y sin más tramite nos vamos a la USA, donde Litle Bush asumió su segundo mandato y en el discurso avisó que va a seguir imponiendo la libertad a punta de fusil… porque si no estos negros no la entienden. También se la pasó nombrando a Dios, y aunque en general lo hizo en vano siempre existe la posibilidad de que aparezca el jefe, así que rápidamente sorteamos a los 13.000 efectivos que custodian la ciudad y nos vamos antes de que el loco Cheney se pase con la tequila y haga un desastre. Nuestra balsa celeste nos lleva a Cuba, lugar al que nos invitaron a sacarnos una radiografía de tórax para inaugurar un aparato de rayos X que utilizaran en el control aduanero. Si bien la radiografía quedó bastante linda nos enteramos de que el aparato fue donado por el gobierno chino y les preguntamos si le habían echo la garantía extendida. Nos dijeron que no y entonces nos fuimos, no sea cosa que se rompa y empiecen a decir que nosotros se lo ojeamos. Antes de cruzar el océano hagamos una rápida visita a Bolivia, donde los huelguistas exigen que el diesel sea barato para poder comprar mucho y así incendiar todos los edificios públicos, dejémosle al presidente Juan Carlos Mesa este folleto de una hostería en la Isla de Pascua y ahora si, nos ponemos unas hojotas con alitas que encontramos en el fondo del armario y nos vamos a Iraq. A falta de un problema aquí el gobierno tiene dos. Convencer a los sunitas de que vayan a votar y tratar de que los chiítas, que si quieren votar, permanezcan con vida… porque cuando te morís se te seca la lengua y no podés cerrar los sobres. Como no saben resolver ninguno de los dos problemas y nosotros no somos quien para meternos, partimos hacia la Cumbre mundial contra los desastres naturales que se celebra en Japón, donde como tampoco saben que hacer les proponemos que le inicien juicio político a la madre naturaleza. Se lo quedan pensando y nosotros nos despedimos y emprendemos nuestra peregrinación a La Meca, donde le tiraremos piedras a las columnas, degollaremos algunos corderos, y si encontramos una YPF abierta para comprar carbón nos comeremos un flor de asado.