-Milán, el Chaco y la National Geographic.

En España, y para alentar la diversidad étnica en las cárceles, se pasaron la semana completa metiendo adentro a cualquier extranjero que no pudiera explicar en donde estaba la mañana del 11 de marzo y nosotros, que lo único que teníamos era la doble nacionalidad trucha que nos dieron cuando jugábamos como comunitarios en el CSyDETA, salimos en puntas de pie y seguimos viaje hasta Ucrania, donde estaban muy ocupados tratando de asesinar al líder opositor como para hacernos algún caso. Lamentablemente, como los últimos venenos que le inocularon no surtieron mucho efecto, y la gente ya estaba decidida a demolerles a patadas el parlamento, tuvieron que aceptar que en las próximas elecciones no se cuenten los votos de los muertos, los pokemon de agua y las personas que aseguren ser Napoleón Bonaparte. Otros que eligieron la vida fueron los muchachos del tribunal de Milán, que escucharon a Berlusconi decir que estaba seguro de que todo iba a salir bien y le perdonaron hasta las multas de transito con el cuento de que ya habían prescripto. Ahora, y mientras somos perseguidos por hordas de católicos que antorcha en mano salieron a promocionar su campaña contra el matrimonio gay, a la que le pusieron “Dios los Creo” porque “Homofobia y hoguera” les pareció un poco fuerte, vayamos a la presentación del último emprendimiento del Avioncito Bin Laden, que se llama Al Qaeda Oceanic y consiste en hundir un par de buques, ir a saquearlos en submarino, filmar el documental y luego vendérselo a la National Geographic. Cerrando el comentario internacional les aclaramos que esta semana no vamos a pasar por Iraq porque nos dio mucho miedo el informe de la CIA que dice que las cosas allí están empeorando y en cambio, iremos a la China, presenciaremos el concurso Miss belleza artificial 2004 y si nos queda tiempo nos haremos los pómulos… y acaso las lolas.
Mas lindas que nunca regresamos a la patria, nos alquilamos el video con los últimos discursos del Huracán K y nos fuimos a verlos a la casa de Luis Zamora, que es el único diputado que todavía no se compro el DVD. Cuando llegamos a la parte de los 100 pesos no remunerativos dejamos a Zamora rezongando, nos compramos una sidra y dos turrones, y nos subimos al barco del aborto dispuestos a ir a visitar a los muchachos de la Unión Industrial y preguntarles a cuanto les parece que llegaría la inflación si la gente tuviera salarios dignos y ellos no fijaran los precios mientras hojean el último catálogo de la BMW. Fatalmente, fuimos interceptados por las hordas católicas, que evidentemente no habían prendido la tele en los últimos 50 años, y tuvimos que saltar del barco y volver nadando hasta la casa de Zamora. Cuando llegamos lo encontramos mirando el Canal 26, que es el único que agarra porque tampoco tiene cable, y como justo estaban dando el anunció en el que Carlos Blumberg pide plata para comprar espadas, escudos y cotas de malla que le permitan continuar con la cruzada Axel, decidimos que ya habíamos tenido suficiente y salimos a buscar un lugar alejado donde no llegaran ni la radio ni la televisión. El Chaco nos pareció muy propicio, y nos hubiésemos quedado a pesar de que a cada rato teníamos que sacar la cabeza del agua para tomar aire, pero las malas noticias llegan rápido, y avisados del nuevo plan antievasión de Felipe Solá decidimos volver a rescatar de la caja de seguridad la colección de caracoles, que fue lo único que nos quedo en el banco después del corralito y ya que estamos, y para dar por terminada nuestra tradicional entrega, le decimos al Sr. Gobernador que nosotros también admiramos ese primer mundo donde los evasores estarían presos y él se ganaría la vida, honradamente, limpiando baños en una tienda de comida rápida.