/esta canción de coleguitas que él me enseñó.

Con el templo colmado de vecinos que entraron a refugiarse de la lluvia y esperan que pare para salir a fumarse un cigarrillo, y después de avisarle al ex presidente Menem que gastarse en mujeres el dinero fiscal sigue sin ser causal de prescripción, iniciamos este festín recibiendo al candidato a emperador por la provincia de Misiones, Fosforito Rovira, quien entra repartiendo DNIs sin foto y preguntando si le queda bien la túnica estilo Cleón I. Aprovechamos que no trajo el látigo neurónico y nos tomamos el atrevimiento de preguntarle si es cierto que le regala dentaduras postizas a las viejas para que lo voten, y les promete que si gana organiza un asadito para que las estrenen, pero Fosforito se va muy ofendido, porque parece que no le podés hablar si él no te habla primero, y nosotros continuamos realidad adelante recibiendo al delegado del sindicato de prontuariados de La Plata, Juan Manuel Pata Medina, quien nos dice que cualquier obrero hubiese hecho lo imposible por estar al lado del General, y el que este libre de pecado que tire el primer tiro... despedimos al Pata, agradecemos a las autoridades, que resolvieron la custodia de la quinta “17 de octubre” con un operativo que incluye a la gendarmería cuidando el mausoleo, a la policía bonaerense cuidando el perímetro y al robot Mazinger cuidando el espacio aéreo, porque estábamos realmente convencidos de que el General volvería de entre los muertos a hacerse pedir perdón personalmente por este montón de malhechores y ahora si, le damos un fuerte aplauso al secretario de Comercio, Guillermo “mano de piedra” Moreno, y como sabemos que acaba de cerrar un acuerdo con los fabricantes de bebidas, le pedimos si sería mucha molestia que lloviera fernet o cerveza, porque últimamente el gas oil nos está cayendo medio pesado, pero “mano de piedra” nos dice que va a ser imposible porque el patriota Aníbal Ibarra también lo prohibió, se va derechito a boxearse con los panaderos antes de que intenten aumentar el precio del marroco y este predicador, que sabe que a la gente como Moyano o Lavagna no hace falta abrirles la puerta, porque están acostumbrados a forzar las cerraduras, no quiere despedirse sin antes enemistarse otro poquito con el amigo Carlos Blumblerg, y decirle que si realmente le parece que seis años en una tumba de la provincia de Buenos Aires es poco tiempo, lo invitamos a pasar una noche, una sola noche, en la mejor comisaría de la Capital Federal, a ver si de una vez por todas entiende porque le mataron al pibe...